En Villa «Maria Bonita»creemos que es tan importante estar comprometidos con nuestro entorno como comunicarlo para que vosotros podáis también aportar vuestro granito de arena.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es una forma de dirigir nuestra empresa basado en la gestión de los impactos que nuestra actividad genera sobre nuestros clientes, empleados, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general.
Somos conscientes de la repercusión que puede tener para nuestro alrededor cada cosa que hacemos durante nuestros eventos, por pequeña que sea, y por ello intentamos seguir unas pautas que nos ayude a hacer de nuestro planeta algo mejor.
Algunas de las acciones que hemos llevado a cabo desde nuestra apertura:
- Prohibición del uso de arroz, confettis de colores de plástico, o cualquier otro material no biodegradable. Algunos pequeños animales y aves que viven en la finca podrían intentar alimentarse de estos productos, lo cual sería perjudicial, y no vamos a hablar del tiempo necesario para que el plástico desaparezca (hasta 400 años).
- Uso de fertilizantes y abono orgánico. Algo muy importante en Villa «María Bonita» son todos sus jardines. Sus cuidados son una de nuestras prioridades para que estén perfectos para vosotros, pero sin dañar las propias plantas.
- Prohibición de materiales no reciclables o de un solo uso en nuestros eventos. Todos nuestros proveedores utilizan materiales que se pueden volver a usar o reciclar durante el evento, minimizando así la huella ambiental.
- Consumo local y alimentos KM0. Dentro de nuestros proveedores priorizamos las empresas locales, revirtiendo los beneficios en nuestro entorno y nuestros proveedores priorizan los alimentos y productos también de la zona.
Además, nuestra prioridad es la conservación de la casona de principios del s.XX como patrimonio arquitectónico de la Villa y de Crevillent. La edificación fue construida en el año 1902 y ha sido rehabilitada y restaurada en varias ocasiones en el s. XXI conservando los elementos materiales característicos intactos, tales como la fachada, techo a dos aguas, suelos de piedra e hidráulico, muros y estructura de la edificación.
Por otro lado, la construcción originaria contaba con una extensa plantación de árboles de la zona del Mediterráneo y por ello llevamos a cabo el proyecto de replanteamiento de los jardines exteriores, creando varios espacios inspirados en la jardinería original.
Con más de 3.500 metros de zonas verdes, lo replantamos con más de 50 árboles, y un centenar de variedades diferentes de plantas. De esta manera quisimos devolverle a esta zona de Crevillent su pequeño pulmón verde y para ello utilizamos variedades de plantas típicas de nuestra zona, creando así diferentes zonas ajardinadas que a día de hoy sirven como hogar para todas las aves, insectos y mamíferos que podéis encontrar en la Villa (a las ardillas que saltan de pino en pino les gusta esto).
Un proyecto sostenible y responsable.